Si usas una prótesis dental, temes el momento en que esta se fracture en el momento menos indicado, pocos días antes de iniciar un viaje, cuando pronto tienes un acontecimiento familiar o simplemente se ha convertido en algo básico en tu día a día.
¿Qué puedes hacer?
Si quieres evitar futuro problemas con tu aparato dental, y a corto y medio plazo ahorrar lo más recomendable es repararla, ya que como normal general, el precio de la reparación de una prótesis dental es bastante económico.
¿Cómo reparamos tu prótesis dental?
Si es una prótesis de resina es un proceso sencillo y rápido. En contra de lo que puedas pensar , el protésico no la pega con ningún producto especial, sino que la zona fracturada se fresa y vuelve a cargarse con resina nueva.
Es muy importante que no se intenten pegar las partes, pues si no encajan perfectamente el asunto se complicaría. Habría que tomar nuevas impresiones de la boca, encajar el aparato en ellas (cosa que a veces no es asunto fácil) y después proceder a su reparación. Esto conllevaría un notable incremento en el precio y en el tiempo de reparación.
- Cuando nos llega una prótesis rota, lo primero es comprobar que las partes se ajustan a la perfección. Pegamos provisionalmente o la sujetamos en su posición correcta con cera y se procede a sacarle un molde con escayola o silicona pesada.
- Después se fresará la zona del corte con biseles o colas de milano para tener una mayor superficie de contacto al añadir la nueva resina.
- Si fuera necesario o conveniente (puede ser un aparato que se haya roto más veces por la misma zona), es el momento de poder añadirle algún refuerzo.
- Cargamos toda la zona con nueva resina y se procede a su endurecimiento en polimerizadora.
- Una vez fraguada la resina ya podemos proceder al desbastado, pulido y abrillantado.
